
Por Javiera Miranda Riquelme
@javieramirandariq
La 26ª edición del BAFICI ha quedado marcada por una grave denuncia: su rol como plataforma de legitimación cultural del Estado de Israel, en el marco de una ofensiva genocida sobre la población palestina. La cineasta de origen español, Alex Reynolds, decidió retirar su cortometraje Horizontal tras constatar que el festival exhibe producciones de origen israelí y un documental argentino que reproduce el relato oficial del sionismo sobre el 7 de octubre, mientras excluye de forma sistemática toda representación crítica o proveniente del mundo árabe. Se trata de una denuncia política de gran envergadura que compromete no sólo a la dirección del festival, sino al conjunto de las políticas culturales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Reynolds no es una figura menor: formada en Londres, con una trayectoria consolidada en el circuito del arte contemporáneo europeo y presencia en museos y festivales internacionales, su gesto tiene un peso que trasciende la programación local. Ha expuesto en instituciones como el Guggenheim de Bilbao, Index Foundation y Caixaforum Barcelona, y sus películas han sido seleccionadas en certámenes como el BFI London, FIDMarseille o Courtisane. Actualmente es docente invitada en la KASK de Gante. Su decisión de retirarse del festival porteño señala con claridad que el cine independiente no puede ser indiferente frente al genocidio Palestino.
Lo que se denuncia no es sólo la presencia de películas israelíes, sino su uso como parte de una operación de blanqueo de los crímenes cometidos. En particular, el documental 7.10 Sur Rojo fue producido por fundaciones y entidades con vínculos orgánicos al aparato sionista en Argentina – Aleph Media, Fundación Norma y Leo Werthein, Club Media. Su contenido omite hechos documentados por medios internacionales que cuestionan la narrativa oficial de Israel —como la “Directiva Hannibal”, el protocolo de las fuerzas militares israelíes que establece disparar a muerte a su propia población para evitar que se conviertan en rehenes–, así como el carácter sistemático de la masacre en Gaza, la ocupación violenta en Cisjordania.
Replicantes Revista pudo entrevistar a la cineasta Alex Reynolds sobre su decisión de retirar su film del BAFICI.
– ¿Cómo fue que tu film llegó a participar del BAFICI y cómo fue que te enteraste que el festival tenía una impronta de propaganda sionista?
– Sencillamente presentamos la película al festival y la seleccionaron. Cuando te seleccionan en un festival, el resto de la programación no se anuncia hasta bastante después. Hay festivales que dejan muy clara su postura de antemano, como Courtisane en Bélgica, donde acabo de presentar otra película. En el caso de BAFICI, sólo entendí su posición al mirar la programación en detalle antes del viaje.
–¿Por qué decidiste retirar tu film del festival?
–Tal y como escribí en mi carta abierta a Bafici, retiré mi película porque no quería participar en un festival que hacía lavado de cara de un estado que en la actualidad está perpetrando un genocidio contra el pueblo Palestino. También vi que no había ninguna voz palestina en la programación, y que había una película sobre el 7 de octubre que a mi modo de ver se utiliza para normalizar y justificar el genocidio en curso. La web del festival no daba contexto alguno, y aquí cito a Antonio Guterres, el secretario general de Naciones Unidas: “Es importante también reconocer que los ataques de Hamas no ocurrieron en un vacío. El pueblo Palestino ha sido sometido a 56 años de ocupación sofocante.”
–¿Por qué elegiste esa forma de protesta y no otra?
–Elegí retirar mi película del festival porque al darme cuenta del sesgo de la programación tan tarde, no tuve el tiempo suficiente para buscar y contactar con colectivos activos en la ciudad en los que apoyarme y con los que pensar acciones colectivas presenciales. Así que, siguiendo el protocolo del Palestine Film Institute, y apoyándome en el colectivo del que formo parte, TrabajadorxsdelcinexPalestina, opté por retirar mi película y hacerlo público.
–¿Cuál es tu posición sobre el genocidio palestino y cuál es tu posición sobre el rol que deberían cumplir los artistas al respecto?
–Mi posición es que nada justifica un genocidio. El rol que debería tomar un artista es el que considero que tendría que tener cualquier ciudadanx: hacer lo posible para parar el genocidio saliendo la calle a protestar y presionar a nuestros gobiernos para que corten lazos económicos y militares con Israel, y adherirse a los boicots de BDS y PACBI. Tanto en Alemania como en EEUU están deportando a activistas pro-Palestinos, y en Argentina mismo están llevando a juicio a políticxs, docentes y programadorxs como Vanina Biasi o Ana Contreras en un intento de intimidación de voces críticas con Israel, llevándose por delante derechos básicos como la libertad de expresión. Como artistas tenemos espacios de visibilidad que otros sectores no tienen, y es importante que unamos fuerzas y utilicemos esos espacios para alzar la voz siempre que podamos.
–¿Te ha pasado en alguna otra ocasión tener que retirar tu film por algo similar?
–Esta es la primera vez.
–¿Qué otros recorridos además del BAFICI ha tenido o va a tener tu film? ¿Podrías contarnos sobre tu corto?
–Horizontal se estrenó en ZINEBI a finales del año pasado, donde recibió el Gran Premio del Cine Español. Después se mostró en el Festival Internacional de Cine de Gijón. Estamos pendientes de respuesta de otros festivales.
–¿Para alguien que deseaba ver tu corto en el BAFICI dónde puede o podrá llegar a encontrarlo?
–¡Está por ver!
Puedes leer la declaración pública de la cineasta acá:
