
Danza y performance con una articulación armónica y potente de diversos lenguajes
Por Giovanna Cirianni
@giovigeraldina
Coreografía: Luciana Acuña, Carla Di Grazia. Dirección: Luciana Acuña. Texto: Mariana Chaud, Alejo Moguillansky. Performers: Luciana Acuña, Carla Di Grazia, Agustín Fortuny, Tatiana Saphir, Matías Sendón. Diseño de vestuario: Mariana Tirantte. Video: Alejo Moguillansky. Música: Agustín Fortuny. Diseño de iluminación: Matías Sendón. Funciones: jueves, viernes y sábado 20:00 horas. Sala: ArtHaus Central, Bartolomé Mitre 434 (CABA)
Los contextos y formatos de las artes escénicas están tan integrados en nuestro imaginario que es fácil naturalizar su forma contemporánea. Una obra de teatro o danza suele ser un evento nocturno, en una sala que divide butacas de escenario y que goza de todo tipo de recursos técnicos. En este último punto podemos tomar conciencia de la modernidad del fenómeno teatral.
Entre los anfiteatros romanos al aire libre y la tecnología eléctrica contemporánea, hubo un periodo donde las salas y camerinos eran iluminados a gas. Paradójicamente, esta etapa tuvo episodios muy oscuros, que conforman el hilo argumental de Bailarinas incendiadas.
Esta obra/fiesta es una experiencia sorprendente desde el ingreso al público a la sala, que se revela como pista de baile. “Esperamos que se autorregulen”, puede leer el público como indicación en una gran pantalla, donde se proyectarán todos los elementos audiovisuales. Hay una apuesta por la integración del público en la escena, que forma parte de una inquietud de la escena contemporánea de romper la distancia con el público. La cercanía física con los artistas promueve desde el primer momento una cercanía emocional.
La obra se desarrolla a partir de las historias de bailarinas que murieron por quemaduras graves en el siglo XIX. Los vaporosos vestuarios de tul, combinados con la aún incipiente tecnología de la iluminación a gas de los teatros, tuvieron como fatal resultado la muerte de varias bailarinas, entre las que destacan los nombres de Emma Livry y Clara Webster. Estas historias se contrastan con los avances históricos y tecnológicos sin precedentes que nos separan del siglo XIX: dos luces giratorias desarrollan una pequeña coreografía en el escenario, cambiando de dirección y color al ritmo de la última pieza que habría interpretado una de estas bailarinas.

El intervalo funciona como puente, no solo entre los dos actos, sino también entre el lugar del público como espectador y como protagonista de la escena. Mediante un texto en la pantalla se cuenta la leyenda de Telesita, joven de Santiago del Estero que muere quemada bailando junto a una fogata. Telesita se convierte en un alma milagrosa en la cultura popular, cuyos milagros se invocan mediante la danza comunitaria y la bebida, en un rito llamado Telesiada. Se presenta una idea clave: entre las bailarinas europeas incendiadas y Telesita “las diferencias no son tantas”. Con esta interpelación y una excelente elección musical, se invita al público a bailar durante el breve intervalo.
Las bailarinas protagonistas de estas tragedias se pueden leer desde muchos ángulos, desde víctimas de negligencia hasta mártires de la danza. Sin embargo, hay una escena que marca una lectura pocas veces contemplada por el público: bailarinas obreras. Los cinco artistas se unen en una lenta y repetitiva coreografía donde en lugar de música se cuentan “los ochos” de esta (acción cotidiana en los ensayos de danza). Esta especie de pausa del dinamismo general apunta a que, si bien algunas de las bailarinas incendiadas fueron estrellas, muchas otras eran obreras del arte, encargadas de la parte más tediosa, sacrificada y poco glamourosa de la danza.
Bailarinas Incendiadas es una obra emotiva, que logra una articulación armónica y potente de todos los lenguajes que incorpora. Lo audiovisual como recurso y como protagonista en ciertas escenas, la música acústica y electrónica en vivo, el texto teatral, los elementos escénicos y escenográficos, la danza y la incorporación del público, cada elemento sirve a una visión artística reflexiva y clara.