danza
El cuerpo no dicho | Por Giovanna Cirianni


Por Giovanna Cirianni
@giovigeraldina

Concepción y dirección: Mateo De Urquiza. Intérprete: Liza Karen Taylor. Diseño De Sonido y Música original: Vanesa Del Barco. Video: Federico Shmidt. Asistencia de dirección: Cintia Hernández. Producción: Mateo De Urquiza, Liza Karen Taylor. Dramaturgista: Eugenia Cadús. Coreografía: Mateo De Urquiza, Cintia Hernández, Liza Karen Taylor. Dirección: Mateo De Urquiza. Sala: Batato Barea del Centro Cultural Rojas (Av Corrientes 2038, CABA). Funciones: 20 y 27 de marzo a las 21 horas.

En el reverso de la postal/programa de mano de Lingua Ignota aparece, como epígrafe, una cita del director y dramaturgo Romeo Castellucci: “Esto es lo que me interesa: comunicar lo menos posible. Y el menor grado de comunicación posible consiste en la superficie de la materia”. Título y epígrafe son dos marcas que atraviesan transversalmente a las obras, y en este caso queda clara la apuesta: conformar un lenguaje propio, guiado por el cuerpo escénico ajeno a la lengua hablada.

Podemos hablar de un trabajo autorreferencial, que se pregunta por la forma misma de lo escenificado y se plantea como pregunta abierta sobre la posibilidad de manifestar cuerpo desde el cuerpo, recurriendo a lo pre-lingüístico, lo que no ha sido domesticado por el código.

La obra se va construyendo a la par del cuerpo y del nuevo lenguaje, en una lograda y precisa articulación entre el cuerpo de la performer (Liza Karen Taylor) y el multimedia (Vanesa Del Barco y Federico Shmidt). Este último permite que el cuerpo orgánico entre y salga de escena, desarrollando un primer acto que puede leerse paralelamente como un desarrollo embrionario o como una carga digital.

Ese cuerpo orgánico se va desarrollando en escena, asimilándose por momentos con formas más rectas, propias de la digitalidad, que aparecen en la iluminación, y refuerzan otra de las preguntas abiertas de la obra sobre la virtualidad del cuerpo contemporáneo. El cuerpo desnudo, que se desenvuelve paulatinamente en su propio movimiento autónomo, nos confronta cuando muestra una máscara espejada, universalizandose. 

Si partimos de que el cuerpo se construye socialmente en esos lenguajes codificados de los que De Urquiza se deslinda, llegamos a otra pregunta: ¿cómo se “deconstruye” ese cuerpo? Podemos leer una posible respuesta hacia la segunda parte de la obra, cuyo inicio se marca por una vuelta a la codificación, asociada a la vergüenza – en cuanto se proyectan grafemas en el escenario, el cuerpo en escena cubre activamente su desnudez. 

Sin embargo, se da una evolución y superación de los códigos dentro de los mismos, enfatizando siempre el efecto de este lenguaje del cuerpo en el mismo cuerpo vivo, en constante oposición al cuerpo muerto.

Lingua Ignota, de Mateo De Urquiza, se desarrolló en el marco del programa Instalar Danza de Fundación Cazadores con la curaduría de Maricel Álvarez, y se vuelve a presentar en el Centro Cultural Ricardo Rojas.



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