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Él Mató a un Policía Motorizado celebra su vigencia | Por Jacyn


Por Jacyn
@jacyn_

El debut discrográfico de Él Mató a un Policía Motorizado cumplió dos décadas y la banda lo celebró con una serie de shows que incluyeron tres noches en el Complejo Art Media con entradas agotadas. El broche de oro será el próximo domingo 29, en el estadio Atenas de La Plata, la ciudad que los vio nacer.

La primera parte de cada show fue dedicada a revisitar aquel primer álbum; luego de un receso de varios minutos, la banda continuó con canciones de toda su discografía hasta completar dos horas de espectáculo. Se podría decir que se vivieron dos momentos acordes; el primero, que su ´viejo´ público vivió con intensidad; y el segundo, que los más aggiornados también celebraron con efusividad. El sonido y la puesta de luces, como siempre, fueron impecables.

Ph: @charlieriobueno

A pesar de los 20 años transcurridos, para muchos, Él Mató sigue siendo “una banda nueva”. Es un fenómeno curioso, a esta altura de su recorrido y poder de convocatoria. Es probable -mejor dicho, es posible- que algo tenga que ver con el hecho de que la música de Él Mató contiene referencias que nunca alcanzaron (todavía) la masividad y la proyección que incluso ellos mismos gozan.

Porque en Él Mató hay Weezer y hay kraut rock; hay noise, hay Jesus & The Mary Chain, Ramones y Pixies; y hay rocanrol y épica, Suárez y Peligrosos Gorriones, Los Gardelitos y los Redondos. En Él Mató hay silencios y combustión lenta; hay acción, romance y aventura, como en las películas taquilleras, pero también hay mucho cine trash.

Los muchacohs de Él Mató se han mantenido fieles a una idiosincracia en la que sonidos y estéticas subterráneas hacen contacto con el mainstream. Por persistencia y fuerza de trabajo, Él Mató trascendió varias veces el nicho ´indie´, más allá de que continúen siendo sus referentes actuales indiscutidos.

El público masivo, todavía hoy, percibe de Él Mató algo “nuevo”, en el sentido de que se trata de algo diferente a lo habitual.

Ph: @charlieriobueno

La celebración de su debut discográfico no estuvo impregnado de nostalgia pero sí de romanticismo. Él Mató es un grupo romántico, porque en él la amistad no ha perdido su significado, a pesar de los discos, las giras, la convivencia forzada, el dinero, la fama y las mil presiones que puede sufrir una nave que habitualmente surca el planeta. Tampoco se han dejado abrazar por la frivolidad, por el contrario, han puesto compromiso en muchas causas – por ejemplo, tocando en festivales por el castigo a los responsables del asesinato del militante trotskista Mariano Ferreyra o pidiendo donaciones para los comedores populares, como ocurrió en estos shows.

En esa misma vena romántica, Él Mató todavía anima un sello -Laptra- que es, antes que nada, un cerficado de amistad con otras bandas que forman parte de su pandilla -como Bestia Bebé, 107 Faunos, entre otros-. No es difícil imaginarse qué sentimientos motivaron la airada intervención de Santiago Motorizado frente a la implosión de Las Ligas Menores, una banda que apoyó desde su formación. Ni qué empuja al guitarrista Gustavo Monsalvo -Niño Elefante-, entre shows para 4.000 personas por noche, a colar una fecha con Polgar 3 -el proyecto que anima junto con Mica Galán, ex baterista de Las Ligas Menores-en un pequeño reducto; o a programar, antes de fin de año, dos shows de Sue Mon Mont, la banda que compartió con Rosario Bléfari hace diez años, esta vez con Nina Suárez ocupando el rol de su madre en la voz cantante. Su otro guitarrista, Manuel Sánchez Viamonte -Pantrö Puto- también despuntó con álbumes en solitario y otras colaboraciones, mientras que el baterista, Guillermo Ruiz Díaz -Doctora Muerte- produce a Las Bermudas, proyecto que encabeza Priscila Rauto  La convocatoria de Él Mató, tras veinte años de carrera, es la consagración de este amor incansable por la música rock y sus expresiones concomitantes.

Ph: @charlieriobueno

Por supuesto, el sonido de la banda ha cambiado bastante desde el estilo ´pinchudo´ de aquel primer disco, con mucha distorsión y efecto ´pared de sonido´, al audio hi fi y la limpieza de sus últimos discos y la presencia cada vez mayor de los sintetizadores. También ha cambiado la lírica, desde esos breves versos que se repetían como mantras, a letras de mayor extensión y desarrollo, aunque sus canciones permanecen habitadas por personajes tímidos, melancólicos incurables, pero también valientes dispuestos a dar pelea – por lo que sea y contra todos. La banda nunca cortó el hilo con su origen; en todos sus shows suelen recrear canciones de sus primeras épocas, en las que las guitarras exhiben su filo y se exaltan aquellos que los iban a ver a los sótanos de Remember y de Unione e Benevolenza, cuando tocaban en la ciudad de Buenos Aires.

Ph: @charlieriobueno

Los veinte años de Él Mató coinciden con los del desastre de Cromañón, el episodio que marcó un antes y después para toda la escena musical. El discurso oficial intentó soslayar las responsabilidades empresarias y políticas, y ensañarse con un estilo musical determinado -el rock- y sus códigos -la noche, la electricidad, el volumen, el baile-. Los mejor adaptados revelaron ser quienes se avinieron a representar espectáculos de fogón, sin amplificadores ni guitarras eléctricas. En ese panorama sombrío, Él Mató encendió una pequeña luz. En las reseñas de sus primeros shows, aunque hoy parezca sorprendente, muchas veces se destacaba la efusividad del público -cuando no alcanzaba el medio centenar de personas-, por el hecho de que cantara las canciones y hubiera pogo, sin importar que se tratara del rito más transitado del género. Por un canal entonces impensado, el del ´indie´ -antes que un estilo musical, una ética, una conducta-, el rock under volvía a mostrarse vigorizado y festivo. En el tránsito a este auge de la música en vivo y nuevas bandas y lugares y discos y experimentos de toda especie, Él Mató fue uno de sus protagonistas. Son veinte años de banda, de música y de amistad, y veinte años de todos nosotros lo que se celebró este fin de semana en un galpón de Chacarita.

Ph: @charlieriobueno


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