El tipo de boina roja y camiseta a rayas que toca la guitarra se llama Raymond Burns. Le dicen Captain Sensible. En castellano, sensible significa sensato. Y sensible, en inglés, se traduce sensitive. No es entonces la sensibilidad del señor Burns el rasgo que funda su apodo sino su sensatez. El Capitán Sensato se hizo célebre en el Reino Unido por sus payasadas arriba y abajo del escenario. Tiene 70 años y está tocando en El Teatro de Flores junto a sus amigos, el cantante Dave Vanian y el baterista Rat Scabies (“rata sarnosa”), con quienes hace 50 años lanzó el primer single y el primer álbum de lo que sería el punk británico. Juntos fueron también los primeros punks ingleses en girar por territorio norteamericano y alcanzar la meca donde había comenzado todo, el CBGB de Nueva York, el célebre reducto donde Ramones, Richard Hell y The Dead Boys eran bandas asiduas. La formación que se luce esta noche en sede porteña se completa con el bajista Paul Gray, uno que pasó por otra banda también célebre, Eddie & the Hot Rods, antes de unirse a The Damned en 1980.

Estos cuatro fundadores del movimiento que rompió todo y repartió de nuevo están tocando juntos en Buenos Aires. Se percibe como una reunión legendaria y darán un show inolvidable. Suben al escenario y abren su set con dos canciones imbatibles cono “Love song”, que arranca con ese bajo que es una incitación al caos, seguida del dramático riff de “Machine Gun Etiquette”. Es el comienzo de una noche de gloria. Los cuatro lucen en perfecta forma. La banda es un torbellino. El público les regala los típicos “olé olé olé, damned damned” y corea las estrofas, los esribillos, los riffs y los solos. Todo eso que hace al público local sentirse “el mejor público del mundo”, como le gusta que lo engrupan. Hay amor y devoción sinceros circulando en El Teatro de Flores. The Damned no cultiva el cinimos comercial de los Sex Pistols. Se divierten con la performance de los argentinos abajo del escenario. The Damned ha sido una banda prolífica y musicalmente ambiciosa. Desde el principio repudiaron la uniformidad musical y estética. Así y todo, gozaron de al menos una década y media de éxito comercial, a pesar de los cambios de formación y tantas idas y vueltas. El pasado ha quedado saldado y sintetizado. Estos Damned originales no exhiben reparos en recorrer todas las épocas de su repertorio. Ofrecen una hora y media compacta de hits y canciones imbatibles.
The Damned comparte el podio de “los primeros y los más grandes” del punk inglés juntos a los Pistols y los Clash, pero nunca alcanzaron repercusión mundial con la misma intensidad que sus pares. Su destino fue convertirse en “banda de culto”, aunque los Pistols los veían como una seria competencia y los tironeos con los Clash fueran habituales. En su célebre crónica del hervor punk de 1977 en Londres, Juan Carlos Kreimer (“Punk: la muerte joven”) los identifica claramente como una de las tres cabezas principales del movimiento. Cabe agregar: de los tres grupos, Damned era el que hacía la música más veloz. Sin duda, la deriva hardcore del punk rock les debe su inspiración. No sería la única ramificación del estilo del grupo. Su evolución musical también abonaría al sonido y la imagen del postpunk y del rock gótico, aunque el vampírico Vanian reniegue de estas y demás etiquetas.

The Damned fue, de las bandas pioneras del punk británico, la más prolífica y la más longeva y también la más resiliente. Después de un debut brillante como “Damned Damned Damned” -producido por el héroe del pub rock, Nick Lowe, quien poco antes de trabajar con Damned se había referido a ellos como “la peor banda que he visto desde los Sex Pistols”- y un segundo álbum que parecía presagiar el naufragio, su principal compositor, el guitarrista Brian James, abandonó el grupo, cuando al principio The Damned era “la banda de Brian James”. Todo el mundo le reconoce el mérito de fundador. El riff de la vertiginosa “New Rose”, lado A del primer single de The Damned, inauguró una nueva época musical y todo se debe a él. James protagonizaría un segundo hito musical en The Lords of the New Church, junto a Stiv Bators. El puesto de guitarrista y compositor fue asumido por Captain Sensible. Cuanto todo parecía augurar el final de la banda, publicaron un tercer disco, “Machine Gun Etiquette”, que para muchos es el mejor de su discografía. James falleció hace apenas diez días. Sus excompañeros lo homenajearon en los bises, a través de la pantalla, para tocar “New Rose” una vez más.
No hubo espacio para la nostalgia entre las 1.500 almas reunidas anoche en Flores. Hubo, en cambio, un enérgico y vital ejercicio de rocanrol. Dulce condena.
