Por Catalina Belmar
@bellumari_
Los postes estornudan vidrio molido
como mi papá muele el vidrio
para mi volantín aunque mamá dice
no hay volantines porque no es setiembre
tampoco primavera. Es verano y en verano
miramos la tele hasta tarde
porque mamá da permiso pero sabe
que yo duermo antes que todos, que no, que los ladridos de los perros
no despiertan a nadie ni a yo y yo sé que los reta
porque cuando nosotros gritamos también reta. Los postes
estornudan vidrio molido y bailan luces hasta que no hay ya más luces
no en la casa no en la calle no en mi largo y angosto país
en el que papá dice que
miremos todos ahí aquí allí
que están las tres María y ellas guían a las gentes
como nosotros que no podemos ver más nada
porque la tierra gusta de bailar de aquí parallí. Sacudir
su cuerpo propio y el nuestro también y el de nuestras casas y el de nuestras cosas.
Mamá llora charcos de lágrimas
porque la tierra ha rompido la loza de la abuela
porque tenemos que sueñar en el suelo
porque la tierra podría replicar y eso no está bien si yo no gusto
de ver a mi mamita llorando y a mi papito enojando y a mis perritos así
como amurrados y no dejando de ladrar
como si copiaren a los otros perros de la cuadra. Su ladrar que no para
aunque no replique porque tienen miedo y yo también tengo miedo.
Sobre la escritora
Nació un lunes en Santiago de Chile, hace 23 años. Es estudiante de Artes de la Escritura en la UNA. En el entretanto, trabaja como profesora de ELE y da talleres de collage + poesía.