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Luis Felipe Noé y “La nueva figuración” | Por Belén Duacastella


“El caos es la vida misma”

Por Belén Duacastella
@bel.duaca

En 1959 surgió el grupo “La nueva figuración”, también conocido como “La otra figuración”, del cual Luis Felipe Yuyo fue fundador. Se dio en el marco de un período bisagra en distintos niveles. En Argentina reinaba la proscripción del peronismo y una crisis política que no se cerraba mientras alternaban gobiernos civiles y militares. En lo internacional, desde 1959 se hacía sentir el espíritu de la revolución cubana que extenderá su influencia haste el final de la década del 60, en el Mayo Francés, el Cordobazo y la Primavera de Praga. 

En el campo del arte, en Europa se empezaban a desafiar las concepciones tradicionales: surgen corrientes como el arte pop y el arte conceptual, el informalismo, el minimalismo, entre otras. Este desafío de las concepciones tradicionales del arte están estrechamente vinculadas a la politización del arte, al cuestionamiento de la institución pintura, el agotamiento de la pintura clásica, a desafiar los prejuicios sobre los modos de hacer la obra de arte y mismo el debate sobre lo qué es y qué no es arte. En Argentina surgen movimientos como el informalismo, con figuras como la de Alberto Greco, la neofiguración, el “arte de los medios” en el Instituto Di Tella, el arte cinético, algo del pop y el famoso proyecto colectivo del “Tucumán Arde” expuesto en la CGT de Rosario y Buenos Aires, luego clausurado. 

El grupo “La nueva figuración” estuvo formado por 4 artistas que luego serían claves en la historia del arte argentino: Ernesto Deira, Rómulo Macció, Jorge de la Vega y el recientemente fallecido Luis Felipe “Yuyo” Noé. A raíz de la exposición individual de Noé, en 1959 es que comienza a entablar una amistad con estos otros tres artistas. Para 1961, los cuatro deciden exponer su primera exposición como grupo en la Galería Peuser. Se dice que nunca adoptaron este nombre como grupo sino que fueron los críticos de arte quienes le acuñaron el nombre, debido a su arte de figuras deformadas. Cada uno de ellos firmaba con su apellido. No tuvieron lo que se conoce estrictamente como manifiesto artístico, pero sí una declaración conjunta: 

«Somos un conjunto de pintores que en nuestra libertad expresiva sentimos la necesidad de incorporar la libertad de la figura porque creemos justamente en esa libertad, no queremos limitarla dogmáticamente esclavizándonos a nosotros mismos. Por esto evitamos el prólogo. Sin embargo existe una razón de ser, una razón artística que nos ha impulsado a hacer esta exposición. Esta voluntad artística es individual. Por esto nos remitimos a la confesión privada. De la raíz común de esta voluntad que hable por sí sola esta exposición».

Mambo.

“La nueva figuración” también fue parte de los movimientos que cuestionaban a la pintura tradicional y a sus modos de hacer a la obra de arte. Este grupo que se mantuvo unido hasta 1965. Hizo uso de los bastidores con diferentes materiales, colores y objetos con total libertad, generando una suerte de restauración figurativa. Las figuras que se ven en las obras de estos artistas son figuras sin centro, deformadas, gestuales, algo totalmente disruptivo para el campo del arte tradicional. Fueron realmente unos revolucionarios de la pintura. 

Dentro de esta nueva figuración hay un concepto que fue utilizado por Noé durante toda su vida artística: el caos. Él creía en el caos como valor, “el caos es la vida misma” decía. Para dar cuenta de esta teoría que lo obsesionó, hay que remitirse indudablemente a su obra “Mambo”, producida en París en 1962. Aquí es donde aparece su concepto de “visión quebrada”. Nótese en el cuadro: dos telas, una alreves, cada una con su bastidor totalmente irrumpido y por sobre todo dividido. Pareciera que cada sector tenía su independencia, desafiando nuevamente al cuadro tradicional, a la unidad. 

A pesar de que el grupo se mantuvo hasta 1965, posteriormente Yuyo Noé se mantuvo firme a sus ideales. No se sometió a los valores del mercado ni a lo que la estética del arte marcaba. Continuó produciendo obra y teoría hasta sus últimos días. Siempre fue caracterizado como aquel que hizo todo lo contrario a lo que le enseñaron. Las obras de Yuyo se destacan por su gran tamaño, donde pudo hacer uso de la espacialidad para describir el caos, utilizó el color ya que era un amante del mismo y por sobre todo, fue un maestro del arte argentino hasta sus últimos días. 

El 9 de abril de este 2025 Yuyo Noé falleció en Buenos Aires, a quien le estaremos eternamente agradecidos por su ruptura artística, su vehemencia, su calidad humana y por su caos artístico. Hace algunos años, dijo en una entrevista para el Canal Encuentro: “me gustaría que me recordasen, sobre todo, por lo que he hecho a lo largo de mi vida”.  Y así será. 



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