fotografia
Representar el silencio: El vacío en escena | Por Javiera Miranda Riquelme


Por Javiera Miranda Riquelme
@javieramirandariq

Nicolás Combarro aborda el silencio como acto político y espacio de memoria. Su proyecto Representar el silencio, exhibido en el MUNTREF Centro de Arte Contemporáneo y llevado adelante en colaboración con el Centro Cultural de España en Buenos Aires, utiliza la fotografía para explorar las arquitecturas de represión en España y Francia, vinculándolas con los regímenes totalitarios europeos de los años 30 y 40. En este cruce de imagen y historia, el artista busca iluminar los vestigios de estos espacios para resignificarlos como estructuras de memoria.

El proyecto surge de una investigación que conecta los campos de concentración españoles y franceses con el contexto de violencia política durante la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial. A través de fotografías en blanco y negro, Combarro captura la quietud de edificaciones vacías y los rastros de un pasado oscuro, como si la propia arquitectura absorbiera el peso de los cuerpos que alguna vez contuvieron. Las imágenes transmiten una densidad espectral: espacios abiertos donde la historia sigue resonando.

AT. 2024, Campo concentración De Muros, (Galicia) / Campo estable en dos ubicaciones: una conversa y una fábrica de salazón, situada junto a la playa de Rocha. Operaron, al menos, entre abril de 1937 y febrero de 1938.

En El retorno de lo real (1996), Hal Foster plantea cómo el arte contemporáneo se aproxima a lo traumático como una manera de enfrentar lo que ha sido suprimido o negado por la historia. De alguna manera, Nicolás Combarro trabaja en esta misma línea al explorar arquitecturas marcadas por la represión, convirtiéndolas en espacios de memoria activa. A través de su mirada documental, Combarro recupera estos lugares como vestigios que exponen el dolor colectivo, reivindicando el arte como un medio de confrontación con el pasado. Así, sus fotografías no solo retratan edificios vacíos, sino que también desafían al espectador a percibir el eco de lo que fue borrado, resignificando el silencio como una presencia política.

Representar el silencio propone un juego arriesgado con la ausencia y el vacío. En su desarrollo, el espacio escénico se convierte en un territorio donde lo que no se dice cobra presencia contundente. El silencio, en lugar de ser la ausencia de sonido, se transforma en materia escénica. Las fotografías se instalan en una zona fronteriza entre la palabra y su negación.

Algunas fotos presentan edificaciones en ruinas, apenas perceptibles en la oscuridad, como si la naturaleza hubiera comenzado a reclamar esos espacios. En otras, la geometría de los edificios se torna casi abstracta, enfatizando el choque entre lo construido y lo orgánico.

La técnica de la luz proyectada desentierra visualmente estas huellas físicas, construyendo un puente entre la arqueología y el arte. A este acercamiento fotográfico se suman collages y una pieza de animación 3D creada a partir de planos de campos de concentración, subrayando la continuidad entre la memoria visual y el archivo documental.

La propuesta se plantea como una exploración estética que desafía al espectador a leer entre líneas, a escuchar lo que parece no estar ahí. Así, el silencio se convierte en el verdadero protagonista, articulando un discurso tan potente como el de la palabra.

Animación 3D de Combarro.

Representar el silencio se puede visitar hasta el 8 de junio del 2025 entre las 11 y las 18 horas con entrada libre y gratuita en en MUNTREF (Museo de la Inmigración, Av. Antártida Argentina S/N, CABA).



COMPARTIR  

  CONTENIDO RELACIONADO